22 Enero 2019. Por Isaac Peña Lopez
El pasado 3 de enero del corriente año 2019, informamos que publicaríamos un ensayo titulado: Entre Bancas y Micro Tráfico.
Hoy nos dispondremos a escribir lo que hemos extraído sobre este actual tema.
Entre los factores que atacan de manera despiadada a la sociedad en estos tiempos , existen dos azotes que en principio parecerían saludables , toda vez que, mirándolos de manera llana podría interpretarse como una motivación para las personas superarse y buscar los medios para desarrollarse y tener mejor calidad de vida; pero cuando analizados bien estas figuras del vivir moderno nos damos cuenta que si no se equilibran podrían convertirse en el peor enemigo de la colectividad. Nos referimos al CONSUMISMO y al MATERIALISMO. El primero se refiere a la tendencia al consumo excesivo e innecesario de bienes y productos; y el Segundo (tomando la definición aplicada a lo que queremos comunicar) como la actitud de la persona que da excesivo valor a las cosas materiales, como el dinero o las propiedades.
Este binomio de azotes sociales; y agregándole a ellos la inclinación desbordante de algunas personas hacia estos dos fenómenos, podríamos bien señalarlos como: CONSUMISMO EXCESIVO y MATERIALISMO SALVAJE (tal como tituló su obra el escritor Jacques Lezra ).
Aquí se valida la pregunta, ¿ Y que tienen que ver estos azotes sociales con el tema abordado de las Bancas y el Micro Tráfico?
El mundo moderno desde hace unos años Globalizado, ha permitido que las personas sin importar clase social, sexo, raza, religión; tengan acceso a la información, ya sea por los medios de comunicación tradicionales, como por los medios de proliferación de infromacion actuales; esto ha permitido que nuestras familias de encuentren bombardeadas por abundante publicidad que pueden guiarlos en su comportamiento tanto de manera positiva como de manera negativa.
Es precisamente esta bombarda de información que ha puesto a las personas a competir, porque es muy común ver en los medios de comunicación como se exhiben riquezas y teneres, intimando de manera indirecta a los que acceden al mensaje que se dirijan a obtener bienes sin importar los medios , pero además, enviando la misiva ilusión de que con ellos se llenan los egos de la existencia humana y se vive abrazando el placer.
Muchas de nuestras gentes, en su mayoría los jóvenes, han cifrado su esperanza de vivir y de pertenecer a ese mundo de espejismo a las figuras que hoy tratamos: Las Bancas y El Micro Tráfico, ambas en su mayor estado de reproducción en la República Dominicana.
Las Bancas de Lotería, de acuerdo a la reglamentación vigente para su instalación debe existir una distancia mínima entre una y otra de unos 400 metros lineales. Realmente se esta cumpliendo con esta regulación ? No vamos a interiorizar mucho sobre esta figura, pero basta con saber que en la República Dominicana se apuesta un promedio diario de entre 800 y 1000 millones de pesos, que muchos comercios como farmacias, colmados y otros se han desinstalado para establecer Bancas de Loterías, que en muchos hogares se apuesta hasta el dinero de los alimentos fraguando la esperanza en un palé, unas quinielas o una tripleta, y por cierto se juega varias veces al día, ya que son varios los sorteos durante el día.
El Micro Tráfico es un fenómeno activo en nuestra población, donde jóvenes se embarcan en la peligrosa aventura de dedicarse a la venta y distribución de sustancias controladas. En cuáles de nuestros sectores no existen dos, tres y hasta cuatro de los denominados puntos de drogas? Muchas veces jóvenes que crecieron junto con nosotros y que se dejaron influenciar por el fantasma de la ambición, del querer dinero fácil , arriesgando todo; su libertad y su vida. En ocasiones ni siquiera utilizan el dinero fruto de esas actividades ílícitas para sustentar las necesidades básicas de la familia, si no más bien para lucir y competir con los demás para presentar usando el lenguaje que ellos mismo utilizan una buena pinta ( un buen vestuario) y unos buenos pedales ( unos tennis de moda) terminando muchas veces en la cárcel o peor aún en el cementerio y dejando su familia en una situación mucho peor que la que se encontraban antes de dedicarse a estas actuaciones.
Es importante que reflexionemos sobre esto. El estudio, el trabajo, los valores, respeto al prójimo y el estar en comunión con Dios; son el pasaporte seguro para nosotros garantizar a nuestras familias un mejor presente y futuro, que es el interno deseo que todos tenemos.
No nos dejemos engañar, todavía estamos a tiempo.
