Hace unas
semanas fuimos informados que Jardín, del que sabemos que tiene unos
achaques, debía estar llegando a los 116 años. Lo afirmaban algunos de
sus hijos. Como no debemos confiar en simples enunciados, informé a
Rubén de lo escuchado, y hemos estado tratando de confirmar la verdad
de los hechos. De ser cierto lo que
se afirma Jardín debe encontrarse, y con ello Baitoa, en los registros
de "Guinness World Records". Si encontramos tales documentos Jardín
sería una celebridad no sólo baitoera sino mundial.
La única
certeza que tenemos es que Jardín ha sido un luchador que ha enfrentado
la vida desde las condiciones más adversas y sacado el mejor provecho de
ella.
En estas
líneas pretendo, a través de anécdotas, algunas de ellas ya narradas por
mi, mostrar ese ser admirable que es Jardín, y a través de sus acciones
picarescas y divertidas penetrar en el alma de una persona que siempre
todos hemos admirado.
Pero debo hablar primero de mis apreciaciones sobre su edad.