Por; SAUL IGLESIAS baitoaprimero.net
Cuando una persona tiene una
trayectoria diáfana, recta, todos saben de dónde, quien y porque tira
las piedras. Cuando la conciencia y el trabajo por la comunidad, nos da
como único premio la satisfacción por el deber cumplido… Eso no tiene
precio, para todo lo demás, exste la corrupción galopante e insaciable
del Gobierno Municipal que representa su partido Señor Cepeda.
Nacido y criado en Baitoa al igual que usted, todos saben aquí quien es quien y en torno a ese tema todos saben la verdad.
Lo primero que debo recordarle Señor desinformador es que yo no maneje dinero ni de la Ayuntamiento ni de ningún otro comprador.
Todo el que adquirió tierra pago en
presencia de una comisión directamente a la dueña en una oficina de
abogados elegida por la propietaria. Y si la comunidad se entero de la
cantidad real que pago el cabildo Baitoero, Pues en el informe anual o
rendición de cuentas Ellos declararon un monto superior al desembolsado,
fue porque Yo tuve el valor que no tuvo usted de denunciarlo en el
programa Nuria en el 9 y en el programa el vocero. Los videos están ahí
Señor cepeda, programas que dudo que usted no viera pues fueron un toque
de queda en Baitoa y abrieron la caja de pandora de los dirigentes de
su partido y de los tránsfugas que lo acompañan.
Lo que le duele a muchos como usted es que el pueblo comenta que gracia a Saúl iglesia se pudo construir el hospital.
Debo recordarle que esos mimos
terrenos ofertaron ustedes conseguírselos a una tía de ex presidente
Lionel Fernández para diversas obras, reunión que se efectuó en la casa
de usted y la respuesta del resultado de la gestión que ustedes hicieron
fue, según sus propias palabras, que ni a millón la tarea la dueña
quiso vendérsela. Se acuerda usted?.
Y esas mimas tareas que ni a millón
le vendían yo la conseguí varias beses por debajo de su precio real para
disponerla a favor del porvenir y del desarrollo del municipio.
Quiero concluir con las frases de un apóstol latinoamericanista: José Martí:
Aquellos que no tienen el valor de estar del lado de los que luchan, por lo menos debieran tener el pudor de quedarse callado.