Como desafortunadas califico las últimas declaraciones del
presidente Medina, donde torpe o “complicitadamente” afirmò: “que sin
una reforma tributaria no podrà cumplir con sus promesas de campaña”,
ignorando burlonamente con ello, la realidad insoslayable de quiènes
fueron los resposables del abismo financiero en el que hoy se hunde el
paìs y que pone en tela de juicio su sospechoso talante ètico.
Sigue siendo injusto e impensable hacer que los sectores más
vulnerables de la sociedad tengan que pagar por los platos rotos y el
latrocinio de quienes a diestra y siniestra desbancaron descaradamente
los bienes del pueblo.
Nuestro país debe de estar preparado para no aceptar un reforma
fiscal sin el previo escarmiemto y sometimiento a la justicia de los que
hoy alegremente exhiben fortunas que son una burla a la miseria de una
población desamparada.
Cero impunidad para Félix Bautista, sus encubridores partidarios, y
todos los que tanto en las administraciones peledeistas y perredeistas
han convertido el pueblo dominicano en un país prostituido por mafias de
toda laya, y donde las leyes solo son cumplidas por las personas que no
gozan del padrinazgo estatal.
El momento està llegando para demostrarle a nuestra corrompida
claque politiquera de que “no hay mal que dure cien años ni cuerpo que
lo resista”. La hora se apròxima para cerrar un capìtulo de impunidad
oprobiosa, escrito por pseudos lideres hambrientos de poder y
avaricia, que usando el doble rasero y la ignorancia perenne de todo un
pueblo se han servido a su antojo del patrimonio Nacional.
Reitero, una reforma fiscal sin el castigo soberano y una lucha
verdadera contra la corrupciòn, contra los que han depredado los dineros
del pueblo es sencillamente señor presidente… inaceptable…!