Algo Sobre Nuestra Independencia (3)

Por : Rafael Peña.www.baitoaprimero.net Tras la caída de Boyer, el nuevo presidente Charles Herard desató una brutal persecución de los trinitarios. Duarte, quien era el principal objetivo de esa operación y estando oculto desde el día 11 de julio, pudo finalmente salir subrepticiamente en una goleta el día 2 de agosto con rumbo a Saint Thomas, dejando tras de si su partido independentista completamente desorganizado, perseguido y desmoralizado por la rápida maniobra del General Herard. Ya vimos como posteriormente y en ausencia, obviamente justificada de Duarte, se produjo la declaración de independencia de la República Dominicana el 27 de febrero de 1844. Entre las primeras disposiciones de la Junta Central Gubernativa, primer gobierno dominicano, estuvo el envío de una goleta a Curazao para que trajera al seno de la patria a Juan Pablo Duarte y terminar así su exilio de 7 meses. Este llegó al país el día 15 de marzo e inmediatamente fue nombrado General de Brigada e incorporado a la Junta, púes todos sabían que el movimiento de la separación había sido inspiración y obra suya. Cuando a la capital llegaron noticias de que Santana se había retirado a Bani después de la batalla del 19 de marzo, Duarte pidió que lo autorizaran a salir hacía el Sur para auxiliar a Santana y en efecto, la Junta le encargo la misión de asistir al jefe del Ejercito en su campaña contra los haitianos y lo autorizo además, a sucederlo en el mando en caso de que faltara. Dicen los textos de historia que Duarte llegó a Bani el 23 de marzo y allí quiso obligar a Santana a cambiar su estrategia de mantenerse a la defensiva para que lanzara a los dominicanos al ataque contra los haitianos que ocupaban la ciudad de Azua, pero Santana rechazó en todo momento las sugerencias de Duarte mientras pedía a la Junta que acelerara sus gestiones frente al cónsul Frances para obtener el apoyo de Francia que tanta falta hacia en aquellos momentos. Duarte y Santana pronto empezaron a tener problemas, púes Duarte siguió insistiendo en que el ejercito dominicano atacara al enemigo, y frente a la negativa de Santana, llegó incluso a pedir a la Junta autorización para dirigir el mismo las operaciones ofensivas. Pero la Junta, que confiaba más en el juicio militar de Santana, previendo que un ataque como el que proponía Duarte podía ser arriesgado, y teniendo noticias ya de las desavenencias que surgieron entre el y Santana, decidió llamarlo de regreso a Santo Domingo acompañado solamente de su Estado Mayor. Esta primera crisis altero decisivamente la alianza que hasta el momento habían mantenido los trinitarios con los conservadores de Santo Domingo y dio inicio a la aparición de profundas diferencias de intereses y hasta generacionales que existían entre los dos grupos. Púes con Bobadilla, el jefe de los antiguos boyeritas en la presidencia de la Junta, y teniendo que compartir el poder con personas que en ningún momento estuvieron afiliadas a la Sociedad La Trinitaria, muy poco era lo que Duarte y sus compañeros podían decidir libremente y solo podían actuar como simples miembros del gobierno al ver el control del ejercito en manos de Pedro Santana que ahora abandonaba el partido duartista y se aliaba con los conservadores en su política sumamente cauta que no quería arriesgar el movimiento en un enfrentamiento abierto con los haitianos, prefiriendo obtener apoyo militar y político de Francia para consolidar el movimiento separatista Como hemos visto hasta aquí, ya era evidente que los trinitarios hacia tiempo habían perdido influencia al entregar la presidencia de la Junta y la jefatura del Ejército a los conservadores.

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