Por: Rafael Peña www.baitoatv.com
Lo he sostenido siempre y creo que en lo que me reste de vida no habrá razón alguna para cambiar de opinión, que los dominicanos nacimos como país libre de una manera anormal.
Ya vimos que de acuerdo con todos los documentos validos sobre nuestra historia, la independencia de Haití tubo diferentes puntos de vista en cuanto a como debía lograrse. Analicemos algunos hechos que sucedieron en los días antes del 27 de febrero de 1844 y que explican mi criterio en relación a ese, el más importante acontecimiento de la Republica Dominicana. Sabemos que el dia originalmente escogido para declararnos libres, lo fue el 20 de febrero y no el 27. Que pasó? - En ese tiempo la comunicación entre lejanos lugares uno de otro resultaba muy lenta. Para dar el golpe, los trinitarios solo esperaban que los seibanos, encabezados por los hermanos Ramón y Pedro Santana manifestaran su apoyo al movimiento y su disposición de marchar con su potente ejercito hacia la capital. Como no hubo noticias concernientes a esta necesidad sino hasta el 26 de febrero, hubo que preparar el golpe para el día siguiente, obviamente que con precipitación. Se asegura que resulto fácil lograr la capitulación de las autoridades haitianas y en cosa de horas todo estuvo listo para declarar la parte del Este un estado libre e independiente.
Ahora bien, veamos la composición de la primera Junta Central Gubernativa, o sea el primer gobierno interino que surgió de nuestra independencia. Francisco del Rosario Sánchez, el hombre que estuvo al frente de las actividades políticas y también militares del grupo de los trinitarios, tenía todos los meritos para ser, como se esperaba el presidente de esa Junta Central Gubernativa. Sin embargo, por acuerdos políticos esa determinante posición le fue conferida al intelectual Tomas de Bobadilla. Quién fue este señor? Tomas de Bobadilla fue uno de los principales colaboradores del régimen de dominación haitiana y que por haber caído en desgracia con Boyer en los últimos días, había sido conquistado por los trinitarios. Es cierto que Sánchez quedó como comandante de armas de la ciudad, pero su partido tuvo que aceptar el hecho de ver la dirección del movimiento separatista pasar a manos de la misma persona que había contribuido durante veinte años a mantener en el país la dominación haitiana.
Muy pronto afloraron profundas contradicciones en el seno de la Junta Central Gubernativa, luego del regreso de Duarte desde el exilio donde estuvo a partir del día dos de agosto de 1843 forzado por la represión en su contra desatada por el presidente Herard que a su vez había sustituido a Boyer.
En la tercera parte veremos esas contradicciones. Hasta pronto si Dios quiere.