La Navidad! La propia palabra llena nuestros corazones de alegría. No importa cuánto temamos las prisas, las listas de regalos navideños y las felicitaciones que nos queden por hacer. Cuando llegue el día de Navidad, nos viene el mismo calor que sentíamos cuando éramos niños, el mismo calor que envuelve nuestro corazón y nuestro hogar.
• Si vagas por el mundo buscando el espíritu de la Navidad, no lo verás. La Navidad se ve con el corazón.
FELICIDADES PA' TO EL MUNDO... QUIEN QUIERE UN CHIN DE PUERCO A LA PULLA.