Compadre, si yo fuera un hombre ligado a los negocios, de seguro actuara como tal. Le recordé que las clases no se suicidan. Así respondí aquella pregunta que yo mismo había provocado me hiciera mi entrañable amigo. En realidad, esto no es asunto de individualidad.
El problema es del sistema de gobierno que países con características similares al nuestro nos proporcionamos.
Cuando en la entrega anterior hice referencia a las declaraciones de nuestro presidente Dr. Leonel Fernández al diario La Prensa, quise probar que al pedir ayuda al país más consumidor de drogas para solucionar el problema del narcotráfico, quedaba admitido que no es el consumo el obstáculo primordial, como alguna gente pretende hacer ver, juzgando de corruptos a quienes presuntamente las consumieran, mientras por el otro lado ven con buena cara el aumento de sus cuentas bancarias con el dinero que genera ese consumo.
Con mi hermano Sergio Pérez terminé aquella conversación expresándole mi deseo de no verlo ejecutando el papel de hipócrita, que no se uniera al coro de los que subestiman la inteligencia de los demás, que se mantuviera haciendo lo que hacen millones de hombres y mujeres en el mundo: Ser prudente a la hora de juzgar.
Con estas cinco entregas veo cumplidos mis deseos de desglosar los principales puntos que sustentan mi posición en cuanto a este mal del narcotráfico. Con esta exposición me siento seguro de poder debatir el tema y seguir los pasos de mi gran amigo Martín Díaz, quién invitó con altura a cualquier persona que no este de acuerdo con la legalización de las drogas para que exprese su punto de vista.
HASTA LA PRÓXIMA.