Siempre quise esperar hasta los días cercanos a las elecciones para hacer de conocimiento público mis aspiraciones de llegar a la presidencia de la República.
Sin embargo, el equipo de asesores que me orienta me ha convencido de la conveniencia de hacerlo ahora, por razones que benefician esas aspiraciones y que trataré de explicar en esta primera parte de mi artículo.
Nací un 13 de noviembre del a año 1945, y a partir del próximo periodo presidencial podemos contar hasta el onceno que será cuando logre alcanzar la primera magistratura del país.
Como pasarán más de 40 años antes de ver cumplido mi deseo de ser presidente y ejecutar la obra de gobierno que acabe con las enormes desigualdades sociales, mis asesores me aconsejan que planteando ahora las medidas necesarias para lograr la meta, quizás anime algún presidente anterior a mí, ponerlas en practica y así se allane el camino y cuando llegue mi turno, las cosas sean mas fáciles.
A una pregunta mía en cuanto a si no serbia ilógico entregar nuestras ideas a otros, ya que entonces van a ser ellos los beneficiados, enseguida se me hizo ver lo equivocado de esa hipótesis, puesto que el país tendrá siempre presente a quienes fueron los auténticos pensadores de esas medidas salvadoras.
Acordamos por unanimidad que explicaremos las principales cosas de la propuesta, asumiendo que lo hacemos desde el Palacio Nacional y siendo yo el presidente.
El 16 de agosto: Juro ante Dios, defender los mejores intereses de la patria.
Primer decreto: Se ordena a todas las emisoras de radio y televisión a difundir 4 veces al día el himno nacional y que debe cubrir todo el territorio dominicano.
Segundo decreto: Se prohíbe tajantemente la tenencia de dinero extranjero en el país.
En este caso debemos aclarar con mucha amplitud que esta medida lo que más persigue es beneficiar a los dominicanos que reciben principalmente dólares del exterior. Como sabemos el dólar no es dinero, sino una cara mercancía en nuestro país; en consecuencia, el gobierno será el único receptor de esa valiosa moneda con el fin de ponerla a disposición y en función de venta a los importadores que al recibirla a un precio justo, podrán y tendrán que hacer lo mismo con los consumidores de esas importaciones.
Como el asunto del dólar es talvez la principal clave para el éxito de nuestra propuesta, en la segunda parte, seguiremos señalando con ejemplos básicos el por que de esta medida redentora para nuestra economía.
Así es, que hasta la próxima si Dios quiere.