
Al final entregaron útiles deportivos (guantes, pelotas, bates y gorras) a los niños de la liga infantil y jugaron al baseball en equipos improvisados. Courtney demostró su grandeza como ser humano, pero como beisbolista bateó de 4-1 con tres ponches, a pesar de ser un niño quién le lanzara.
Definitivamente es incomparable la grandeza de estos dos hombres de Dios, quienes podrían entrar al país creando gran impacto en la prensa nacional, pero prefieren hacerlo de forma anónima y discreta, para así simplemente actuar como ciudadanos comunes y bendecir a lo necesitados que encuentran a su paso. Ellos estaran en Baitoa Santiago por toda una semana
CONVERSANDO CON NINOS DOMINICANOS Y ENTREGANDO UTILES DEPORTIVOS EN EL PLAY DE BAITOA. (Foto shawn)

