Matanza de Haitianos (Segunda Parte)

Por: Rafael Peña www.baitoatv.com

Es muy importate tener conocimiento de que en realidad los problemas del límite de la frontera entre nuestros dos países nunca tuvieron bien establecidos. Todavía en el gobierno de Horacio Vásquez en el año de 1929 los presidentes de ambos países habían alcanzado acuerdos en cuanto a dichos limites.

En 1933, Trujillo y el presidente haitiano Stenio Vincent habían intercambiado visitas en las poblaciones de Ouanaminthe y Dajabón, que resulto en la creación de una comisión conjunta que estudiaría una revisión de los acuerdos firmados 4 años antes. Esas cordiales visitas, difícilmente habrían hecho sospechar a nadie que Trujillo ordenaría una matanza de haitianos en octubre de 1937.

Trujillo permaneció en Puerto Príncipe por varios días en noviembre de 1934 y Vincent reciprocó la visita viajando a Santo Domingo en febrero de 1935. En esa fecha se firmó un acuerdo fronterizo preliminar.

El acuerdo fue ratificado en abril de 1936 a través de nuevas visitas reciprocas de ambos presidentes. En esta ocasión a la calle principal de Puerto Príncipe se le cambio el nombre por "Presidente Trujillo" para honrar al mandatario dominicano. La masacre que ocurriría año y medio más tarde, nada tenía pues que ver con esas cordiales negociaciones.

Como maestro que Trujillo era del engaño y la simulación, al mismo tiempo que conducía las amistosas negociaciones fronterizas con Vincent, el dictador dominicano estaba enfrascado en un secreto complot para derrocar al gobierno haitiano a través de contactos iniciados en 1935 con elementos de poder en Haití.

Trujillo había atraído la colaboración del General Calixte, comandante de la Guardia de Haití, y había empezado a cortejar al embajador haitiano en Sto Dgo, Elie Lescot, el mismo que sería trasladado luego a Washington donde se encontraría como embajador de su país durante la matanza de haitianos en 1937.

La conspiración de Trujillo tenía como objeto controlar el gobierno de ese país a través de un presidente títere comprometido con el dictador domonicano. Ello le darían a Trujillo total control en la isla. Estas ideas no eran fantasías, sino una meta producto de sus ambiciosos planes de poder, que Trujillo había confiado al teniente coronel Wiliam Worton del cuerpo naval americano, el primer comandante oficial de Trujillo durante la ocupación militar.

En septiembre de 1937 Trujillo se encontraba en medio de un recorrido por la frontera, supuestamente evaluando la situación de la zona y estudiando sobre el terreno denuncias de repetidas violaciones a la misma por nacionales haitianos que penetraban frecuentemente a territorio dominicano, cometiendo actos de robo de ganado y otros bienes, así como el asentamiento firme de millares de haitianos, que de hecho se habían quedado en suelo dominicano permanentemente.

Es cierto que la presencia haitiana se hacia sentir con creciente influencia. En los últimos años era frecuente que niños nacidos en territorio fronterizo dominicano fueran llevados a Haití para las ceremonias de bautizo. El dialecto francés hablado por los haitianos, el cróele, se expandía cada vez más compitiendo en influencia con el idioma español, que había sido por siglos el elemento de cohesión más importante en el mantenimiento de la cultura del pueblo dominicano.

VER PRIMERA PARTE DE "LA MATANZA DE LOS HAITIANOS"

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