Fuente/BBC Mundo
Pocos se imaginan que en Estados Unidos, el país más rico y que más alimentos produce, existen niños como Daniel, quien a sus cinco años tiene que depender de un banco de comida para su alimentación.
Su padre perdió su trabajo en el 2008 y desde entonces su familia ha batallado para mantenerse a flote, incluso en ocasiones subsistiendo con sólo una comida al día. Su madre, Santana, trabaja como vendedora en una tienda, pero el dinero no le alcanza para alimentar a sus seis hijos, a pesar de recibir bonos de alimentos del gobierno y subsidios escolares.
Y el caso de Daniel y su familia no es único, según explica Russ Fraser de Feeding America, la principal organización de lucha contra el hambre en Estados Unidos, que anualmente provee alimentación gratuita a nueve millones de niños, incluyendo la familia de Daniel quien reside en Colorado.
"El número de niños que pasan hambre en este país es impresionante. Uno de cada cuatro niños están en una situación de inseguridad alimenticia, que significa que no tienen el acceso adecuado a una alimentación completa, pero también estamos viendo que incluso hay un porcentaje que está pasando hambre, que se acuestan sin comer", dijo Fraser a BBC Mundo.