Por: Orlando, desde New York.
www.sabanaiglesia.org La verdad que los caminos y derroteros de la vida están plagados de las más extrañas y agradables sorpresas. Digo esto por todas las cosas buenas con las que el destino me ha ido premiando durante todo mi trajinar por este pasadizo efímero llamado existencia terrenal. Dentro de toda esa amalgama de hechos, experiencias personales colectivas, privadas, profesionales que me ha tocado vivir hay una que siempre llevaré como estandarte o espejo, en pos de la superación personal. Y fue cuando tuve la oportunidad de conocer y establecer una gran amistad con la hoy recién electa jueza a la Corte Suprema de Justicia por el Estado de New York DICCIA TRINIDAD PINEDA RAMIREZ KIRWAN.
Para no caer bajo los tentáculos obnuvilizantes del ego por mi estrecha relación con la hoy primera Jueza de origen Dominicano en ocupar esa posición, me apartaré un poco y les presentaré a manera de información general y como ejemplo de superación personal, una biografía de este ser ejemplar.
Diccia Trinidad Pineda Ramírez Kirwan, nació un 29 de abril del año 1955, en el hoy distrito municipal de Baitoa perteneciente a la provincia de Santiago de los 30 Caballeros. La magistrada emigró junto a su familia hacia los Estados Unidos de Norte America a principio de los años 60'. Es la segunda más joven de una familia compuesta por siete hermanos. Sus padres hicieron de Hollis, Queens su lugar permanente de residencia, de ahí es que ella siempre use y a manera de relajo en decir que es una "chica de Queens". Por su larga permanencia en el referido condado Newyorkino. Se graduó con honores en la escuela secundaria "JAMAICA," además de ser reconocida ampliamente como una virtuosa de la danza (cosa de la que puedo dar fe y testimonio ya que tuve el honor de bailar con ella en varias ocasiones), y el teatro así como de su buena conducta y perfecta asistencia.
En 1975 sus padres deciden regresar a la República Dominicana, pero ella decide quedarse en los Estados Unidos y proseguir sus estudios universitarios en "Queens College" graduándose Cum Laude en 1978 en Educación y Español con un título minoritario en el idioma Francés. La futura jueza, para poder costear sus estudios tuvo que llevar hasta tres trabajos muchas veces entre los que se destacan; como bibliotecaria de la universidad así como también mesera. Queens College le ofreció a Diccia la oportunidad de viajar. Estudio cultura y geografía en Brazil y terminó sus últimos semestres en la universidad de Sevilla, en España. Al momento que se gradúa la ciudad atravesaba por una fuerte crisis económica, lo que le dificultó encontrar trabajo como profesora, a sabiendas de lo bien preparada que estaba, esto la obligó a que siguiera atendiendo mesas para poder mantenerse, de acuerdo a sus propias palabras y cito: "Fueron tiempos duro, pero me dieron la oportunidad para saber que en realidad quería hacer en el futuro". También ese fue el periodo en que inició su familia. En 1979 nace su hija Shannyn y en 1981 le da la bienvenida al mundo a su hijo Cristopher. Luego procrearía a su otra hija Laureen Pineda la más joven. En 1983 empieza a tomar clases de leyes en la recién inaugurada ala de derecho de la Universidad de la ciudad en Queens College. Después de su graduación la joven abogada comienza a trabajar en las oficinas de la presidenta del condado para aquel entonces la Honorable Claire Shulman. En 1990 inicia su carrera judicial, lo que la obligó y como ella expresara dejar llena de tristeza su posición dentro del gobierno central de Queens, pero su deseo era continuar cerca a los estrados y las cortes. Y es así como se inicia su meteórico e imparable ascenso al través de las lides judiciales obteniendo su deseado logro de convertirse en Jueza de la Corte Civil por el Condado de Queens, en noviembre del año 2002.
Dicho sea de paso fue el año que la conocí mientras cubría al través de mi programa de televisión todas las actividades más sobresaliente de la diáspora en el condado. Desde entonces y de sus manos recibí una de las pocas invitaciones para la ceremonia de su admisión y recepción. Precisamente ese año como jueza a la Corte Civil y donde además tuve el honor de ganarme su amistad y la de su familia. En mi poder tengo imágenes de su inserción como Jueza así como también algunas entrevistas que le realizara en aquellos tiempos las cuales más adelante daré a conocer.
Hoy mi corazón se llena de júbilo una vez más, al ver esta singular y titánica mujer llegar a unos de los peldaños más difíciles de alcanzar dentro de la magistratura estatal, como lo es el puesto de Jueza a la Suprema Corte de Justicia por el Majestuoso Estado de New York. Es por esa y otras razones más que hoy, levanto mi copa a tu salud Diccia y la de tus seres queridos, por hacernos sentir orgullosos de tu encomiable ejemplo, por esa sonrisa eterna que llevas colgada de tus labios todo el tiempo, por tu amabilidad contagiante pero por sobre todas las cosas por mostrarme tu sencillez a toda prueba, cuando haciendo alarde de tu orgullo de que además de ser dominicana, eras oriunda de uno de los lugares más progresistas y hermosos como lo es el Distrito Municipal de Baitoa.EN HORA BUENA!!!!... SALUD Y BUEN PROVECHO!!!....
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