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Por: Leonardo Pérez
Cuando él me informó a través del celular que la nave industrial de 
zona franca, QST Dominicana ardía en llamar no lo quería creer, “como podría Dios permitirlo” me dije, mientras trataba de reencontrarme con la realidad y de convencer a mi amigo Yandy Arias de que todo estaría bien, mientras mi móvil urgía en apagarse según el sonido, por la falta de carga en mi batería.
Pero como convencerlo de que todo estaba bien… Cuando ni yo mismo me lo podía creer, como podría estar todo bien; cuando el fuego consumía la totalidad de las maquinarias y oficinas, como estaría bien; si la radio comentaba que sacaban los muertos de forma secreta, como estaría bien que casi 200 personas perdieran su trabajo sin previo aviso la mañana de un martes, próximo a navidad.
Mientras decididamente me dirigí a Caribbean Park de Matanzas (lugar del incendió) compulsivamente pensaba en mi amigo Yandy y su historia entrelazada con la empresa que ardía en llamas ante sus ojos, con la impotencia de no poder hacer nada por ella, él que todo lo hacía, desde que la conoció hace ya 10 años como mecánico, escalando lenta y esquemáticamente hasta supervisor de producción y finalmente como gerente encargado de mantenimiento.
Utilizando mi carnet de QST Dominica me permitieron llegar al lugar del siniestro, ha!! Se me olvidaba contarles, yo también trabajé en la empresa por varios meses y ahora confieso; al renunciar nunca entregué mi carnet de seguridad, lo guardé como reliquia de mi primer trabajo de ingeniería, jamás pensé que se convertiría en un pase, para ver lo que observe cuando finalmente llegué al lugar.
A la distancia divisé mi hermano Yandy, ofreciendo declaraciones a las autoridades, mientras la humareda imposibilitaba ver al fondo de la triste carretera los llantos que se escuchaban, las miradas perdidas e impotencia de antiguos compañeros de trabajo que abrazados los unos a los otros trataban de asimilar, como pudieron salvar sus vidas, mientras el fantasma del desempleo les cuestionaba, como le explicarles a sus familias que el lugar donde laboran, ya no existe?
Los bomberos trataban de apagar, no se que! Pues ya no quedaba 
nada. El humo alcanzaba las nubes grises que se reservaban el derecho de dejar caer sus gotas. De pronto silencio, el tiempo se detuvo al conversar con mi amigo, de todo lo que rápidamente conversamos solo recuerdo, que lo de los muertos fue solo puro sensacionalismo periodístico, “aquí todas las vidas humanas estamos a salvo” me comentó haciendo alarde de su impecable comité de seguridad.
No sé si esto es el augurio del futuro de las zonas francas del país, no podría confirmarles el rumor de que el incendio fue probocado por un tanque de gas propano que energizaba algún montacargas. Pero si puedo asegurarle, que deseo con el alma que esta empresa; tal cual él ave fénix, resurja de sus cenizas y retorne a su posición de liderazgo en la producción de bolsillo y pretinas a nivel del caribe, retornando así; la tranquilidad y sosiego a decenas de familias y amigos de nuestra zona, que apostaron a una carrera jornalera dentro de esas paredes.
Si al final esta crónica no le resulto impactante, realizo un ejercicio de introspectiva para sacar una estadística que a usted, que es un asiduo lector de esta página le interesará. El 84% de los videos que colgamos en la página baitoaTV.com fueron colgados gracias a la cortesía y excelente servicio de Internet que solía tener esta empresa, así que desde hoy en adelante, preparémonos para ver muchas fotos.
zona franca, QST Dominicana ardía en llamar no lo quería creer, “como podría Dios permitirlo” me dije, mientras trataba de reencontrarme con la realidad y de convencer a mi amigo Yandy Arias de que todo estaría bien, mientras mi móvil urgía en apagarse según el sonido, por la falta de carga en mi batería.
Pero como convencerlo de que todo estaba bien… Cuando ni yo mismo me lo podía creer, como podría estar todo bien; cuando el fuego consumía la totalidad de las maquinarias y oficinas, como estaría bien; si la radio comentaba que sacaban los muertos de forma secreta, como estaría bien que casi 200 personas perdieran su trabajo sin previo aviso la mañana de un martes, próximo a navidad.
Mientras decididamente me dirigí a Caribbean Park de Matanzas (lugar del incendió) compulsivamente pensaba en mi amigo Yandy y su historia entrelazada con la empresa que ardía en llamas ante sus ojos, con la impotencia de no poder hacer nada por ella, él que todo lo hacía, desde que la conoció hace ya 10 años como mecánico, escalando lenta y esquemáticamente hasta supervisor de producción y finalmente como gerente encargado de mantenimiento.
Utilizando mi carnet de QST Dominica me permitieron llegar al lugar del siniestro, ha!! Se me olvidaba contarles, yo también trabajé en la empresa por varios meses y ahora confieso; al renunciar nunca entregué mi carnet de seguridad, lo guardé como reliquia de mi primer trabajo de ingeniería, jamás pensé que se convertiría en un pase, para ver lo que observe cuando finalmente llegué al lugar.
A la distancia divisé mi hermano Yandy, ofreciendo declaraciones a las autoridades, mientras la humareda imposibilitaba ver al fondo de la triste carretera los llantos que se escuchaban, las miradas perdidas e impotencia de antiguos compañeros de trabajo que abrazados los unos a los otros trataban de asimilar, como pudieron salvar sus vidas, mientras el fantasma del desempleo les cuestionaba, como le explicarles a sus familias que el lugar donde laboran, ya no existe?
Los bomberos trataban de apagar, no se que! Pues ya no quedaba 
nada. El humo alcanzaba las nubes grises que se reservaban el derecho de dejar caer sus gotas. De pronto silencio, el tiempo se detuvo al conversar con mi amigo, de todo lo que rápidamente conversamos solo recuerdo, que lo de los muertos fue solo puro sensacionalismo periodístico, “aquí todas las vidas humanas estamos a salvo” me comentó haciendo alarde de su impecable comité de seguridad.
No sé si esto es el augurio del futuro de las zonas francas del país, no podría confirmarles el rumor de que el incendio fue probocado por un tanque de gas propano que energizaba algún montacargas. Pero si puedo asegurarle, que deseo con el alma que esta empresa; tal cual él ave fénix, resurja de sus cenizas y retorne a su posición de liderazgo en la producción de bolsillo y pretinas a nivel del caribe, retornando así; la tranquilidad y sosiego a decenas de familias y amigos de nuestra zona, que apostaron a una carrera jornalera dentro de esas paredes.
Si al final esta crónica no le resulto impactante, realizo un ejercicio de introspectiva para sacar una estadística que a usted, que es un asiduo lector de esta página le interesará. El 84% de los videos que colgamos en la página baitoaTV.com fueron colgados gracias a la cortesía y excelente servicio de Internet que solía tener esta empresa, así que desde hoy en adelante, preparémonos para ver muchas fotos.
