En el año 1917, estando la primera guerra mundial en pleno desarrollo, surgió en Estados Unidos una organización de hombres y mujeres amantes del servicio a los demás. Desde entonces esta agrupación ha llevado su filosofía a más de 180 países.
El Club de Leones Internacionales es una prestigiosa entidad de servicios muy querida y respetada prácticamente en todo el mundo.
Este club llegó a Baitoa en el ano 1982 a través de mi dilecto amigo José Peña, tío de nuestro embajador Juan Alberto Pena.
José, para ese entonces un veterano león del club de Jarabacoa, nos animó para que formáramos una selva {así se le llama}, la cual se llamó Club de Leones Baitoa. Nuestro primer presidente lo fue Jorge Valdez, seguido por Rafael Juan Pérez {Papi el de Juana Genao}.
En el año 1984 me correspondió presidir el club, presentándose la curiosa situación de ser presidente del Club Unión y Progreso y el de Leones al mismo tiempo. Sin lugar a dudas, el arribo del Leonismo robusteció nuestro entusiasmo por alcanzar metas en beneficio de nuestra comunidad.
La primera obra de importancia construida por los baitoeros y respaldada por el Club de Leones, fue el badén sobre el arroyo cuyo paso estaba intransitable para los vehículos al igual que para los peatones en tiempos de crecidas del arroyo. Sin embargo, la obra que realmente pertenece a la eterna historia de Baitoa por su trascendencia y costo lo es el conjunto de cosas que conseguimos, comenzando con la adquisición del terreno donde construimos el Complejo Deportivo, que más luego y con mucha justicia fue nombrado:
Sergio Pérez.
Luego vino la construcción del local del Liceo Secundario que el gobierno del Dr. Balaguer ejecuto en la fase final
Para que fuera un éxito la gran meta que nos propusimos los baitoeros hace más de 25 años, varios son los factores que habrían de ser mencionados, sin embargo, en esta ocasión, solo voy a señalar el nombre de un Baitoero, con la promesa de que los jóvenes de ahora y del mañana conocerán en su totalidad a esos abnegados baitoeros que con su trabajo constante hicieron posible la realidad de esas obras.
Este humilde reconocimiento le corresponde a Bartolo Paulino que en mi condición de presidente del comité gestor doy fe de su tenacidad para que fuera un éxito la realización de esas obras.
HONOR A QUIEN HONOR MERECE.