Por José Miguel Núñez
Hace unos dias, alguien me llamó para pedirme un favor, me pidió que utilizara este medio para aclamar por un baitoero que se está muriendo y no tiene recursos para medicinas ni alimentos. Realmente desconocía que esta persona estuviera en esas condiciones. Desde mis años de niños conozco a la persona que me refiero. Posiblemente no sea el mejor baitoero, quizás haya llevado una vida desorganizada y en dirección no muy correcta; pero de algo si estoy completamente seguro: El ha sido uno de los baitoeros más populares de los últimos 50 años dentro de nuestro pueblo. Nunca le escuché proferir grocerías a nadie. Jamás le vi pedir con exigencias.Un gran número de muchachos de mi época y de años anteriores y posteriores a mi generación, vivieron momentos de alegría con las ocurrencias de este personaje pintoresco.Siempre lo recuerdo con mucho cariño, pués de él recibí muestras de respeto y simpatía, quizás más sinceras y reales que las que pudieron dispensarme personas de las llamadas "honorables".Me detengo a recordar el pasado y lo veo a él jugando pelota o belluga, con los que éramos, para esa época, residentes permanentes de La Cruz Roja.Hoy les pido a los baitoeros de aquí y de allá que le hagan llegar cualquier ayuda humanitaria a ese gran Quijote que no tuvo un Rocinante y tampoco una Dulcinea, porque prefirió como eterna compañera, la botella de Brugal, Barceló o Bermúdez.Pin...Pincito.....se está muriendo en La Jagua.
Quién no se acuerda de él?............